PARA ERNESTO de HERNALDO ZÚÑIGA

Poco puedo añadir al derroche de opiniones de intelectuales, poetas, literatos y pensadores que se han vertido en la red y publicaciones varias sobre este incidente que toma muy bien la temperatura del estado de cosas que nuestra Nicaragua padece. Quiero enviar un fuerte abrazo a Ernesto, decirle que lo tengo en alta estima y ha contado con mi admiración por su obra poética y construcción humana desde que tengo uso de razón. Sé que con su fe y días entregados a la causa de Cristo, su motor interno que no cesa, transita esta pesadilla con levedad y estoicismo. A hombres como el padre no se les rompe, son juncos del campo. Decirle que cuenta con mi solidaridad más pura y el deseo de que pronto acabe esta situación que proyecta con crudeza la naturaleza del gobierno e institucionalidad de nuestro país. Nicaragua no ha conocido respiro desde hace décadas, suerte de maldición bíblica que se ha incrustado en el ADN nacional. Tanta geografía prodigiosa y tantas expresiones de bondad y arte de su pueblo no han podido hacer de contrapunto a un designio trágico que se asoma endémico y que personalmente no termino de comprender bien en dónde están sus raíces. Como telón de fondo, una situación social ofensiva, océano inabarcable de pobres sin herramientas primarias que puedan suponer un dato de esperanza.

En mi conciertos le pido al público que escriba al presidente Ortega y dejen sentada su protesta, a la vez además de la lectura de su "Al perderte yo a ti" precediendo mi "Procuro olvidarte", leo otro poema como homenaje y gesto cívico, siempre hay estallido de aplausos y espero que al regresar a sus casas enciendan las computadoras y hagan llegar su disconformodidad y apoyo, por otra parte reenvío a amigos o conocidos que sean líderes de opinión o personas de relieve social los correos que recibo referidos a este asunto. Lo del padre, permita vuelva a lo mismo, nos muestra el magma que trufa a la ruta de nuestra nación. Las manifestaciones y concreciones de alta espiritualidad con el aliento de las artes aceitan la maquinaria de los pueblos y las propalan hacia lo justo y luminoso. A ello debemos avocarnos y en ello estamos. Todo mi cariño.
Publicado el 23 de septiembre 2008.

1 comentario:

Hacostaj dijo...

Qué barbaridad, hermano, yo amo profundamente a Nicaragua, pero cómo nos pesa en nuestra historia el haber tenido y seguir teniendo ineptos y abusivos gobernantes que juegan de dioses y no son más que malformadas figurillas de barro títeres de otros más colmilludos, faltos de sensibilidad hacia el pueblo y hacia aquéllos que, dentro de todo, enaltecen el ser nicaragüense con su arte, con su amor a la patria, lamentablemente nuestra historia ha sido así..., bueno, ¡no más!

Uno mi voz a la de Hernaldo ¡Dios bendiga Nicaragua y su pueblo!